Actualmente, las tareas de cuido recaen principalmente sobre las mujeres, y por lo tanto su seguridad financiera y sus oportunidades laborales son afectadas. Nuestras propuestas tienen dos objetivos: aumentar la participación en el mercado laboral de las mujeres y reconocer al cuido como una actividad económica. Primero, se debe reconocer que el trabajo doméstico y el cuido no remunerado, son actividades económicas también, pues especialmente las mujeres, sacrifican su tiempo que podría estar destinado a un trabajo tradicional para encargarse del cuido de personas.
Segundo, según el INEC, para el 2021, cinco de cada diez mujeres que podrían trabajar no lo hacen, mientras que en el caso de los hombres solamente tres de cada diez hombres que podrían trabajar no lo hacen. Esto demuestra que la participación laboral de las mujeres podría aumentar, lo cual puede mejorar su seguridad financiera y aumentar sus oportunidades económicas. Una de estas formas es facilitar el cuido ya sea de niños y niñas, adultas mayores o personas con discapacidades, mediante un bono destinado a este fin, y redes de cuido más amplias, más accesibles y con más horarios (inclusive nocturnos), para facilitar el acceso de las mujeres al mercado laboral.